La plagiocefalia posicional no atendida en el infante, hasta antes de los 2 años en que las uniones de los huesos del cráneo se han hecho más firmes y la capacidad de moldeamiento craneal por medios físicos deja de ser una alternativa, se vuelve un problema para el adolescente y posteriormente el adulto. 

El adulto con plagioceflia, además de padecer los problemas funcionales que conlleva su padecimiento, tales como: infecciones de conducto auditivo, cefalea por disfunción de la articulación temporomandibular, mala oclusión dental o de la mordida, problemas recurrentes de infección de vías aéreas superiores y en los casos extremos estrabismo o desalineo de la mirada. Asimismo, cabe mencionar que las exigencias de la vida actual en el ámbito laboral, donde se exige la protección de la cabeza con casco, llega a ser en tal grado imposibilitante que pueden ser excluidos de este tipo de labores, sin mencionar los problemas para usar cascos protectores en vehículos motorizados o bicicletas; algo que para el resto de las personas pudiera ser normal o simplemente dado por sentado. De esta misma manera, a veces se subestima el impacto psicológico que representa para la persona padecer una plagiocefalia. Prácticamente, desde que se inicia la socialización en la infancia, la cara y cabeza de las personas son zonas visibles objeto de comentarios o críticas, cuando son evidentes las deformidades. Esto puede causar un gran impacto en el desarrollo de la personalidad, puesto que inician su vida desconfiando y estigmatizados por el resto de las personas que conforman su entorno debido a su problema de deformidad craneal. Este impacto psicológico sumado a los problemas funcionales mencionados previamente, llegan a formar un verdadero conflicto en su integración social, laboral y profesional sumado lo anterior a una baja autoestima. No es casualidad que en forma creciente, cada vez hay más personas con problema de deformidades craneal en edad adulta que solicitan los servicios de profesionales en neurocirugía estética y maxilofacial, para la corrección de su deformidad y lograr un aspecto normal de su imagen.

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